Terruño y Cultivo

TERRUÑO  Y  CULTIVO

En una superficie de 40 hectáreas, a 700 metros de altitud, distinguida por un suelo muy calizo, con zonas arcillosas y un clima no tan extremo como el del resto de Castilla-La Mancha, cultivamos viejas viñas en pie directo, de clásicas variedades ibéricas, y prometedoras cepas tintas foráneas.

 

El verano caluroso hace que este secano llano, con precipitaciones de apenas 350 mm anuales, estalle con unas uvas que nos darán vinos tintos de una fuerza y expresión increíbles.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

NUESTRAS UVAS IBÉRICAS

Procedentes de viñedos de más de 60 años, son las auténticas protagonistas.
Viñas en pie directo, con formación en vaso, y que poseen una estabilidad suelo-planta-fruto excepcional, únicamente al alcance de viejos sabios como ellas.

 

Monastrell es la variedad tinta por excelencia de la zona, originaria de aquí, del levante español, se desarrolla magníficamente en nuestro terruño. Estas uvas aportan aromas balsámicos y minerales a los vinos jóvenes, y poseen grandes cualidades para la crianza.

 

Garnacha tintorera la variedad, también tinta, que germina muy tarde en nuestros viñedos, y necesita un largo período de maduración para su cosecha. Nuestros vinos se benefician de su tanino graso y aterciopelado. Aporta concentración, complejidad y estabilidad a las largas crianzas. Pero su característica principal es la magnífica gama cromática que es capaz de aportar a los vinos.

 

LAS UVAS FORÁNEAS: PROMESAS

Cabernet Sauvignon y Syrah son las variedades del futuro de nuestros vinos.

 

Debido su adaptación al terreno, estos varietales, inicialmente de origen francés, están expresando un extraordinario potencial, con unas características de elevadísimo nivel.